El teatro dirigido a adolescentes o a jóvenes entre 12 y 18 años y más aún, pensado por adolescentes de ese rango etario, es en Córdoba y en diversas partes del país, un territorio poco explorado.
Son escasas las producciones independientes que ven la luz sobre el escenario; los grupos artísticos de jóvenes que tienen la posibilidad de ver reflejados sus ideas y arte escénico en plena efervescencia, en una producción teatral que se estrene y permanezca en salas para el público, son unos pocos privilegiados.
Mientras escribo estas líneas recuerdo las producciones audiovisuales y teatrales de la factoría Cris Morena en Buenos Aires, una de las pioneras y prolíficas creadoras y productoras que trabajan con chicos y chicas de esa edad, y que más allá de gustos y pareceres, en muchas ocasiones, sus productos alcanzaron un éxito notorio, a nivel nacional e internacional. Aunque cabe destacar aquí, son cosas muy distintas. Por un lado, producciones independientes de teatro hechas a pulmón, con artistas locales, mínimas inversiones o bajos presupuestos, y por otro lado, producciones de gran envergadura, con respaldo económico, recursos técnicos y artísticos abundantes, y un circuito de circulación (marketing, salas y prensa) y consumo massmediático. Y muy importante también, estas últimas producciones cuentan con guiones o libros cuyas líneas argumentativas dependen más de las ideas y decisiones de los adultos profesionales, que de los jóvenes que ponen su cuerpo en escena.
A lo anterior cabe sumar que, por suerte, cantidad y abundancia no son sinónimos de calidad, ni austeridad de recursos, sinónimo de mediocridad o pobreza artística.
Pero para remitirnos en este punto a un ejemplo local, no puedo dejar de mencionar la valiosa experiencia de la producción liderada por el cineasta cordobés Rosendo Ruiz, quien con su modalidad de producción Taller-escuela, inédita en Córdoba hasta el momento en que él y su equipo de trabajo la aplicaran logrando notables resultados, realizó un filme con estudiantes de secundaria de escuelas, enseñándoles y practicando junto a ellos el lenguaje cinematográfico. Producto de ello ha sido la película “Todo el tiempo del mundo”, valorada por la crítica especializada. Para conocer sobre el proceso de guionado, pre-producción y rodaje de esta obra, leé la entrevista a Rosendo Ruiz.
En el ámbito teatral de nuestra ciudad, María Castaña teatro es también un semillero de talentos jóvenes, donde los chicos tienen la posibilidad de estrenar sus presentaciones en una sala comercial y de destacada afluencia en la ciudad de Córdoba y algunas de sus producciones son llevadas a Festivales jóvenes como “Vamos que venimos”.
Volviendo a la mayor participación de los jóvenes en el proceso creativo artístico, veo aquí un punto a favor en el tipo de producción que opta por la participación de ellos desde su génesis. Este punto, considero es una de las principales virtudes de la producción teatral independiente “¿Y lo que yo quiero? Alma”.
Los mismos chicos que actúan formaron parte del proceso de creación de las líneas argumentativas y del montaje de la obra. Personalmente, intervine en la dramaturgia, mentoreando y organizando el proceso. Durante aproximadamente un año, acompañé a los jóvenes en sus clases de teatro, observé sus ejercicios de improvisación teatral, tomé nota de los temas de interés que iban surgiendo a lo largo de cada encuentro, y fui brindando disparadores, y desarrollando algunos temas vinculados al ejercicio de la escritura: creación de personajes, los géneros, los conflictos, etc; entre otras cuestiones.
Luego, con todo lo vivido y experimentado, se fueron materializando las acciones dramáticas que fui hilvanando y finalmente conformaron una historia para contar.
Una vez que la historia estuvo en mano (parte teatral y audiovisual), se configuró el equipo técnico, de producción y completando el artístico. A través de sucesivos ensayos se fue adaptando el texto, fue creciendo y también acomodándose en función de los recursos disponibles. En todos los casos, la tarea, de principio a final, y más allá del trabajo en grupo apasionado y mancomunado, la figura de la Directora Micaela Franchino, sostuvo al grupo, emocional y artísticamente, papel fundamental, sin lo cual la orquesta no hubiera podido funcionar tan armónicamente.
Otro punto a destacar, cuando fui a ver el estreno de la obra, el 7 de agosto, en Espacio Máscara de Córdoba, es el extraordinario crecimiento actoral de los chicos, jóvenes que en su mayoría se vienen formando desde pequeños, en talleres teatrales junto a Micaela, y que esta vez también se vieron incentivados por la fortaleza, el cuidado y el compromiso de teatristas como Tomás Rodolfo Castagno, Natalia Soliani, entre otros.
Ver a los chicos disfrutar y actuar en escena profesionalmente, es otro de los motivos para ver la obra. La energía que transmiten desde el escenario envuelve a los espectadores de todas las edades, quienes disfrutan de momentos estéticos que engalanan al lenguaje teatral, personajes con los que resulta muy fácil identificarse, y otros momentos hilarantes.
“¿Y lo que yo quiero? Alma” no sólo es una historia sobre el crecimiento, la dificultad de elegir una carrera y profesión en la vida, sobre los mandatos sociales, las apariencias que engañan, y la necesidad de animarse a más, sino que habla además la relación de una nieta con su abuelo, que encuentra en él a su respaldo, su mentor.
Tierna, divertida, auténtica. “ ¿Y lo que yo quiero? Alma” está realizada con pasión, entrega y profesionalismo y tiene un gran potencial de crecimiento, por eso también, vale la pena verla.
Es un puntapié y una semilla para seguir indagando, construyendo y brindando más de nosotros en este territorio tan fértil y poco abordado. Una invitación a seguir creando, creyendo y generando más oportunidades artísticas para todos.
“¿Y lo que yo quiero? Alma” realizará, mañana y tarde, en el salón de actos del Pabellón Argentino. Ciudad Universitaria, el día 11 de mayo de 2017, a las 10,30 y 14,30 hs. Si sos docente y querés llevar a tus alumnos, comunicate al teléfono 0351 156156883, Micaela Franchino.
Fotos: Gentileza Diego Ruiz.
Ficha técnica
Alma, una adolescente de 18 años, deberá atravesar por situaciones decisivas, que la ayudarán en su crecimiento personal, reforzando su autoestima y llevándola descubrir un nuevo camino para su vida.
En escena: Tomas R. Castgano- Lucas Reinaldi- Mariana Lopez- Juliana Fernández- Milagros Toscanelli- Gilda Reynoso- Valentina Moccia- Andrea Suyai Infantes- Malena Quinteros- Florencia Willington.
Dirección y puesta en escena: Micaela Franchino
Asistente de Dirección: Natalia Soliani
Escenografía: Jimena Brunetti González
Asistencia de Utilería y Accesorios: Roberta Nitardi
Iluminación: Daniela Salke
Proyecciones: Gabriel Elettore y Guido Brunetti
Dramaturgia: María Soledad Castro González, Micaela Franchino y elenco.