Recientemente me encontré en la biblioteca en busca de libros para los chicos del taller literario, quienes necesitan provisiones para las vacaciones de invierno. Generalmente hay uno, o a lo sumo dos ejemplares de un mismo título y muchas veces hay que negociar para ver quién se los lleva. Este año no tendré ese problema porque entre las estanterías se me cruzó una colección con decenas de ejemplares, son los libros de “Elige tu propia aventura”. Seguramente muchos los recordarán y en buena hora que otros los descubran a partir de esta columna.
Si bien los que somos puntillosos en la narrativa encontramos puntos flacos en cuanto a la bondad literaria, hay que reconocer que los libros son muy atractivos. Por mi parte puedo decir que los pequeños lectores que se llevaron alguno de prueba, volvieron a semana siguiente diciéndome: “¡Seño, estos libros están mortales!”.
Están escritos en segunda persona, como si el lector fuera el protagonista del libro y en el prólogo cada historia inicia con una advertencia: “¡Advertencia! No leas todo el libro seguido del principio al fin, éste es diferente a los demás. Tú y sólo tú estás a cargo de lo que sucede en esta historia. Hay peligros, elecciones, aventuras y consecuencias. Debes valerte de tus numerosos talentos y mucho de tu enorme inteligencia. Una mala decisión puede acabar en un desastre, incluso en la muerte”.
Su creador es el norteamericano Edward Packard, quien originalmente escribió “The Adventures of You” (“Tus aventuras”) y luego surgió, debido al éxito y al impacto producido en los lectores, la colección que nos ocupa.
Tras una introducción a la historia, se ofrece al lector la posibilidad de elegir por primera vez entre distintas opciones que determinarán las acciones que emprenda el protagonista.
Por ejemplo, una disyuntiva que aparece en “La cueva del tiempo” es:
Si buscas refugio, pasa a la página 6.
Si decides soportar el viento para ver lo que hay a tu alrededor, pasa a la página 16.
Cada opción envía al lector a una página distinta dentro del libro. De esta forma, el relato pasa de tener una estructura lineal a una con ramificaciones. Hay muchos finales, unos buenos y otros malos, dependiendo de la astucia, o la cautela con que se han tomado las decisiones. Los niños comprenden que sus decisiones pueden ser relevantes.
Ser tomado prisionero por las hormigas, perderse en el Amazonas, ser pirata, detective privado, buscador de tesoros en Egipto o cazador de fantasmas, son sólo algunas de las aventuras que pueden vivirse.
Publicada originalmente entre 1979 y 1998 en Estados Unidos (“Choose your Own Adventure”), esta colección de 90 títulos vendió más de 250 millones de ejemplares convirtiéndose en un verdadero tanque de ventas que se tradujo a 38 idiomas y recorrió el mundo.
En la década del 80’ llegaron a la Argentina de la mano de Editorial Atlántida y generaron un inolvidable revuelo entre los niños y jóvenes de ese momento.
Inicialmente salía en un formato de tapa dura, actualmente se reedita con tapa flexible por un tema de costos. A la serie blanca destinada a niños a partir de los 8 años, se presenta una novedad para los pequeños lectores: ocho libros con ilustraciones a todo color, destinadas a chicos de 5 y 6 años.
Lo interesante es que es sumamente fácil conseguir libros usados de la serie blanca ya que han tenido una gran circulación y seguramente no faltará quien pueda rescatar alguno de la vieja casa de los padres o del baúl con pertenencias de la niñez, guardado en algún recoveco de la casa.
“Elige tu propia aventura” es sin dudas otra interesante opción para estas vacaciones de invierno.
