Mindfulness: Tips para practicar la atención plena con niños y niñas en casa

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En momentos de confinamiento debido a la pandemia por Covid-19, donde las preocupaciones en torno a la salud y las cuestiones económicas golpean a las familias y recaen fundamentalmente en los adultos, creemos esencial focalizarnos en el presente, o en lo que algunos especialistas llaman mindfulness. Esto puede servir para poder transmitir a nuestros hijos tranquilidad, armonía y brindar herramientas que los ayuden a combatir miedos, dado que ellos también necesitan especial contención en estos tiempos.

Mindfulness es la habilidad de prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación. Algunos de sus cultores la llaman también atención plena, plena conciencia, presencia mental y presencia plena, conciencia abierta, entre otras. Se trata de una práctica tan antigua como el mismísimo Buda, quien la enseñaba desde hace ya 2500 años.

Hoy más que nunca recomendamos ponerla en práctica, para, entre otras cosas, bajar los niveles de ansiedad, reducir el estrés, superar los miedos  y eliminar el caos.

Las cifras sobre el impacto de la pandemia en la salud emocional y mental son contundentes. Se repite en todos los países y arrasa sin distinción de clases sociales o condiciones de vida.

«Es urgente ponerse manos a la obra y comenzar a introducir actividades simples y poderosas de Mindfulness Yomu en las rutinas cotidianas de tu familia. Estudios científicos comprueban que la práctica del mindfulness (atención plena) es uno de los recursos más potentes para hacer frente a esta realidad y transitarla desde la resiliencia, empatía y calma», aseguran desde Mindfulness Yomu.

A continuación, brindamos algunos tips que ofrecen ideas para generar momentos de calma y conexión con nosotros mismos y junto a la familia, para hacer del hogar un espacio armonioso, pacífico, amoroso y de respeto.

Formas de practicar Mindfulness con los niños

Colorear un mandala

Dibujar, colorear o pintar son actividades con una gran profundidad para practicar mindfulness Al conectar las manos, el cerebro y las emociones con el mandala, se produce un balance inmediato de todos los centros intelectuales, físicos y sutiles.

Se puede pintar en familia sin detenerse en que salga bonito o perfecto.

Lo fundamental es que como adultos, seamos conscientes de todos los pensamientos en el momento de hacerlo. Para completar la práctica desde el The Yomu Institute, proponen una antigua técnica de meditación llamada Trataka.

¿Cómo se practica? Mirá el mandala concentrándote en el punto central del dibujo. Queedate ahí por el tiempo que puedas sosteniendo tu mirada en un punto fijo.  Luego cerrá los ojos, verás  sus colores aparecer en tu mente. Detenete a observar y detallar lo que ves con los ojos cerrados.

Es un método excelente para fortalecer la atención y el foco. Practicalo en familia con tus hijos. Es importante no insistirles que cierren sus ojos. Puede experimentarlo el adulto y luego permitís que ellos lo exploren y descubran a su manera. De ese modo surgirán conversaciones fascinantes.

Saludar al cuerpo

Este ejercicio es liberador. Para esos momentos de caos, ya sea interno o de los niños, en donde se rompe la armonía, nadie escucha, todo se mueve de un lado a otro… ¡Es hora de sacudir!

El cuerpo pide movimiento para anclarnos y volver al camino de la atención plena y la calma. Van algunas ideas para incorporar este momento como una rutina cotidiana con la canción “Sacude todo” o alguna similar:

Antes de que los niños se vayan al colegio o comiencen su jornada virtual, ponés la canción y todos a sacudir. ¡Es muy importante que mamá y papá lo hagan! También se puede hacer como una pausa activa entre actividades o clases virtuales. Será  un momento de conexión en familia donde todos en casa participan.

Si los padres trabajan desde casa, es una excelente idea para hacer una pausa también.

Fundamental tenerla a mano para cuando necesiten “romper el caos”.

https://open.spotify.com/album/4Uax86Bf8cFCVgCU9dh4Xw?highlight=spotify:track:4rBXZyiHy28n3HoqOtVviY

Entregar algo diario con amor, a alguien

Se trata de un ejercicio maravilloso para sembrar semillas de amor, bondad y compasión.

Es una práctica que puede ser integrada a la vida cotidiana con los niños, de forma espontánea y orgánica.

Va una idea para practicar este momento:Cada miembro de la familia puede elegir entre 3 opciones: hacer, decir o dar un acto de bondad espontáneo.

Un “acto de bondad” es un regalo no material. La invitación es a pensar y sentir que un gesto, un abrazo, algo invisible tiene el poder de iluminar el mundo.

Esta práctica se puede convertir en un ritual en familia. Es hermoso que compartan entre todos lo que eligieron dar, cómo se sintieron al hacerlo, cómo se sintieron al recibirlo.

Cabe recordar que la práctica primero empieza por uno. No tengas expectativas de qué deben hacer los niños, si lo hacen o no “perfecto”. A medida que lo van practicando, se convertirá en algo usual y natural como parte de su vida.

Fuente: The Yomu Institute.

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