Talentosa, risueña, amable, sensible, altamente premiada: María Teresa Andruetto.
Hablaré hoy del gran libro premiado de esta querida escritora, con la distinción Hans Cristhian Andersen 2012 Literatura Infantil y Juvenil : «La niña, el corazón, la casa» de Ed . Sudamericana, 2011.
He pensado que un libro se hace atractivo y atrapante cuando en el transcurso de su lectura el lector se demora en percibir hacia dónde va. No es un relato extravagante, tampoco convencional en su forma. No es una novela larga pero en su brevedad, posee una original manera de modelar la escritura para narrarla.
¿Quiénes son los personajes?, ¿es la niña? ¿es su mamá, papá, hermano, abuela?, ¿es su amiga ? ¿Los lugares son: los dos pueblos, las dos casas?
¿Dónde ancla el argumento, en todos aquellos interrogantes que la niña se hace? ¿en la separación de la familia?, ¿en la sufrida e insoportable situación de niñas abandonadas por sus madres?, ¿en amar intensamente a cada integrante de su familia?, ¿en regocijarse con la amistad, y tratar costosamente de develar su secreto?, ¿en participar de dos pueblos y dos casas y sentirse tristemente dividida?
Todo se presenta y se repite, una y otra vez, como los cuentos que inventa su papá: toma un postulado para comenzarlos, le agrega hechos y vuelve al punto de inicio.
Así se mueve esta historia,vuelve al principio una y otra vez, hasta que llega a un desenlace. Al comienzo, transmite tedio, tristeza, es como una gran “encerrona “, no se visualizan cambios en la situación de los personajes. Más adelante en la narración, las mismas situaciones, objetos, lugares y personajes se deslizan con proyectos, esperanzas, algarabía.“Vuelve del tobogán azul, a la reposera naranja, con algarabía”.
La niña, a su manera, causó una revolución, cambió la rutina de todos y de ella misma. Ella no aceptó su “destino» tal como lo venían pintando los otros, lo despintó y lo volvió a pintar y con ella el de toda la familia.
Las citas que María Teresa eligió para su novela, anticipan el contenido y el final de la novela, una de Audre Lorde: “Se traza un mapa de donde ya se ha estado. Pero aún no hay un mapa del lugar hacia donde nos dirigimos.”; la otra, de Lucien Rod: “Mirá, en la sombra, somos todos iguales” .
Yo afirmé que una lectura se hace atractiva cuando al leerla no se advierte prontamente ese mapa que nos dirigirá a algún lugar. Sin embargo, María Teresa permite que Tina, la niña, elabore con destreza y mucho amor el lugar hacia donde quiere ir, que precisamente es el que Lucien Rod transmite en la segunda cita, que habla de la “igualdad”.
Definitivamente, la niña encuentra paz y alegría cuando todos pueden considerarse iguales y reunirse en un mismo lugar.
Sin dudas a María Teresa la invitaría una tarde a tomar sol y ricos mates en una de las reposeras naranjas. Leer este libro es darse un “baño” de realidad , aromatizado de sutil delicadeza.
Por Silvana Converso.
Lic .en Letras Modernas
Coordina Taller literario ABRAZAPALABRAS para niños de 3· a 13 años