Facundo Medina (35 años) es un joven cordobés padre de cuatro niñas: Noah (7), Isabella (4), Francesca (2) y otra beba que nacerá en unos meses, quien durante el Aislamiento social preventivo y obligatorio que estamos atravesando todos los habitantes de Argentina, decidió dar rienda suelta a su creatividad y ocuparse de aquello que, por razones de trabajo y un ritmo de vida muy acelerado no podía hacer: leer cuentos a sus hijas.
Parece algo sencillo y que debiera suceder en todos los hogares diariamente, pero no lo es. La historia no termina ahí, para que otros padres puedan tener acceso a las historias que disfruta con sus propias hijas, Facundo, que es locutor y animador, en estos días se dedica a hacer videos animados con los cuentos que lee a las pequeñas para compartirlos con otras familias a través de Internet y redes sociales.
Los resultados son interesantes y lo más importante es que los niños y niñas escuchan y observan atentamente las historias animadas. Sin dudas, una buena herramienta para estimular la imaginación, la fantasía y lenguaje de los más chiquitos.
Es así como en el Día Internacional del Libro Infantil, 2 de abril, el papá contó a Qué hacemos ma?!: “A causa de la tecnología muchas familias están dejando la literatura de lado, los cuentos para los niños. Si bien a mis hijas les contamos cuentos, incluso ellas ya tienen su biblioteca, a veces no tenemos el tiempo suficiente para dedicarnos como quisiéramos junto a mi esposa. Por eso, en estos días de cuarentena nos encanta poder compartir los cuentos que tanto nos gustan a través de videos para que otras familias también puedan aprovecharlos”.
El monstruo de los colores de Anna Llenas, La Zorra, Las Uvas y El Gorrión de Adriana Ballesteros (grabado junto a sus hijas), FM Animalandia de Alicia Esaín y El pollito desobediente de María Abreu, son algunos de los cuentos que Facundo compartió en redes sociales (Youtube, Instagram y Facebook: Facundo Show)
Los cuentos son testeados por sus hijas, no solo la narración sino las animaciones que va logrando su papá con más o menos recursos en cada propuesta, tras editar cada relato audiovisual con su celular.
Con sello propio
Según Facundo, el valor distintivo de sus cuentos es que se narran con un lenguaje y formas de decir “a las que nosotros estamos acostumbrados, sin lenguaje neutro, por ejemplo.”
“Es cierto que vos googleás y encontrás millones de cuentos, pero no tienen nuestro sello, la forma de contar con la que nos sentimos identificados. Entonces evito palabras como nevera, columpio, azotea, acera. Los niños creo se sienten más identificados si el protagonista, Pedrito, se sienta a una hamaca y no un columpio y come un sándwich y no un empaderado”, explicó el locutor.
Recuperar espacios con los chicos
“Normalmente mi tiempo es muy escaso para contar cuentos o compartir esos momentos con mis hijas porque trabajo mucho. Entonces está bueno dejar grabado de esta manera para que también, en otro momento puedan escuchar los cuentos ellas”, comentó el papá sobre uno de los principales motivos que lo llevaron a tomar la iniciativa.
Además, Facundo sostuvo: “Hay que tener en cuenta que hoy la situación económica era difícil ya antes de la cuarentena. Los padres, si los chicos tienen una familia completa tienen que trabajar los dos porque generalmente no alcanza, y si tienen padres separados tienen que tener a veces mucho más de un trabajo porque la situación es más complicada para ellos. En ese caso, cuando los niños por las noches quieren escuchar cuentos de sus padres, lo primero que decimos es: Ahora no, porque estoy muy cansada o cansado. Por eso creo que es bueno ayudar con esta iniciativa de los cuentos grabados”.
Y aclaró: “No se trata de suplir nada, sino que es una ayuda a los padres que hoy están sobrecargados de actividades y a la noche no pueden más”.
Cuarentena en familia
“Como dice mucha gente, siempre hay mucho para hacer aunque tengamos que estar encerrados. Es cierto que llega un momento en cada día de esta cuarentena que nos miramos entre todos y no sabemos con qué seguir. Además, en nuestro caso tenemos niñas de edades muy distintas. Estamos todo el día a full para que estén bien, divertidas y haciendo cosas”, comentó Facundo.
En relación al aspecto económico expresó: “En mi caso no tengo un sueldo fijo por eso vamos salvando el día a día como se puede, pero esto no nos quita las ganas de seguir adelante ni nos desmoraliza, todo lo contrario. Todos juntos sobrellevaremos la situación, aportando cada uno nuestro granito de arena. Es la única manera de salir adelante”.
