Reconocida por sus investigaciones en la comprensión del proceso evolutivo de adquisición de la lengua escrita, Emilia Ferreiro se hizo un nombre en el campo académico.
Psicóloga, pedagoga y escritora argentina exiliada en México desde 1976, fue una de las profesionales en su campo disciplinar más reconocidas por sus investigaciones sobre la enseñanza y el aprendizaje de la lectoescritura en la infancia. Falleció el pasado 26 de agosto a los 86 años.
Egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se dedicó de lleno a los procesos de aprendizaje de la lecto-escritura durante la niñez. Luego, se doctoró en la Universidad de Ginebra bajo la guía del reconocido psicólogo y epistemólogo suizo, Jean Piaget. «Las relaciones temporales en el lenguaje del niño» es el título de su tesis doctoral, con la que exploró y profundizó los aspectos cruciales de cómo los niños entienden y utilizan el lenguaje escrito.
Con innumerables publicaciones sobre la cuestión –contó con publicaciones internacionales en revistas especializadas, libros y capítulos de libros en español, francés, inglés, italiano y portugués–, sus esfuerzos le valieron el reconocimiento de siete títulos Honoris Causa de diversas instituciones educativas superiores, así como el Premio Konex-Diploma al Mérito. Además, recibió la Orden Andrés Bello del gobierno de Venezuela y la Orden Nacional de Mérito Educativo del gobierno brasileño.
Durante su exilio a partir de 1976, se radicó en México. Allí también contribuyó al ámbito académico y se convirtió en Investigadora Emérita del Sistema Nacional de Investigadores y del CINVESTAV, lo que reafirmó su posición como figura influyente en la región. Su pasión por la educación la llevó a ser parte fundamental en la creación del Premio Emilia Ferreiro: una distinción que reconoce logros sobresalientes en educación, ciencias y sociedad.
Sobre las infancias actuales
Por otra parte, y en relación con los niños que nacieron en la era de internet y las redes sociales –y cómo esto interviene en el aprendizaje– Ferreiro compartió su opinión en una de sus tantas entrevistas que dio a lo largo de su vida: «Son la generación de los botones, todo lo hacen apretando sobre un dispositivo. Para mí, el problema es que se vuelve difícil construir nociones de tiempo y causalidad. ¿Cómo se le explica a un chico que no es lo mismo mandar un mail desde Buenos Aires a alguien en Rosario que enviarlo a Australia, y que por ahí el que mandó a Australia llega antes? Ciertos usos tecnológicos confunden a los chicos respecto de la relación de tiempo y espacio recorridos. Se pierde esa relación, y eso desconcierta».
Además, sobre la cuestión del fracaso escolar, expresó: «Es muy fácil delegar en el chico el fracaso. El maestro debe asumir con convicción que en el curso todos van a aprender. El problema es que, lamentablemente, y esto está comprobado que sucede en muchos países, el maestro hace una tipología del alumnado en su cabeza: estos son los que estudian, aquellos los más rezagados, los otros son los revoltosos. Lo que uno hace como adulto ante un chico cuando está convencido de que va a aprender no es lo mismo que hace con el preconcepto de que el alumno va a fracasar».
A continuación, compartimos algunas ideas de Emilia Ferreiro que resumen parte de sus investigaciones:
– “La escritura es importante en la escuela porque es importante fuera de ella y no al revés».
– “En tanto que la lengua escrita no está democráticamente distribuida entre la población, el acceso a la información vinculada a la lengua escrita tampoco es accesible de una manera igualitaria”.
– “No vamos a entender nunca el desarrollo del niño si partimos de nuestras hipótesis como usuarios de un sistema alfabético”.
– “El niño Piagetiano es quien trata de comprender el mundo que le rodea, que formula teorías tentativas acerca de ese mundo; un niño a quien prácticamente nada le es ajeno”.
– “El sistema alfabético puro es una especie de ideal nunca alcanzado”.
– “Leer no es descifrar. Escribir no es copiar”.
– “Estamos hablando del futuro y los niños son parte del futuro. Esos niños (todos los niños) no necesitan ser motivados para aprender. Aprender es su oficio”.
– “Los niños -todos los niños-, se los aseguro, están dispuestos a la aventura del aprendizaje inteligente. Están hartos de ser tratados como infradotados o como adultos en miniatura. Son lo que son y tienen derecho a ser lo que son: seres cambiantes por naturaleza, porque aprender y cambiar es su modo de ser en el mundo”.
– “La alfabetización no es un lujo ni una obligación: es un derecho”.
Fuentes: Página/12; educacionfutura.org; eligeeducar.cl