Aldea Infantil Montessori: nueva escuela en Carlos Paz que apostará a la educación integral

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Marina Castillo y Gisela Aguirre, responsables de Aldea Infantil Montessori.

A partir del 2019, en Villa Carlos Paz se pondrá en funcionamiento la primera escuela de nivel inicial con pedagogía Montessori.

Recordemos que el método Montessori, creado por la educadora y médica italiana María Montessori a finales del Siglo XIX, se caracteriza por proveer a los niños un ambiente preparado, en el que cada elemento posee su razón de ser en su desarrollo.

Esta forma de enseñar surgió del trabajo de Montessori con niños de un barrio marginal de Roma y un hospital de la ciudad. Tras ver los resultados que su pedagogía tenían en ellos, decidió aplicarla en todos los niños, a nivel general.

El propósito de este método es liberar el potencial de cada joven para que se desarrolle según sus capacidades, mediante una forma integral, que busca maximizar sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales.

Por otro lado, el aula Montessori integra edades agrupadas en períodos de 3 años, “lo que promueve naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad”, según sostienen sus adeptos.

Aldea Infantil Montessori

Las gestoras de esta nueva propuesta educativa en Villa Carlos Paz, son Marina Castillo y Gisela Aguirre. Ambas comenzaron a introducirse en la metodología Montessori a través de cursos, talleres y capacitaciones. Así fueron pensando y armando Aldea Infantil Montessori, que verá la luz en marzo del 2019, en el Barrio La Quinta de la ciudad, en principios, para niños de 3 a 6 años.

En conversación con Qué hacemos má?!, Marina contó cómo surgió el proyecto: “Con mi marido, desde antes de tener hijos, pensamos que queríamos que ellos tuvieran una educación más integral que la que tuvimos nosotros, por eso, cuando los tuvimos, y ahora que uno de ellos tiene la edad para ser escolarizado, pusimos en marcha esta idea de la mano de Gisela, la otra impulsora de la propuesta .Dentro de las metodologías alternativas de educación, la Montessori es la que más nos interesó”.

La experiencia con sus propios hijos también fue significativa al momento de tomar la decisión de fundar una nueva escuela: “Comenzamos educando a nuestros hijos con esta metodología desde nuestros hogares, y para no crearles confusión, pusimos manos a la obra. Cada elemento que se le presenta al niño para aprender tiene su razón de ser y le ofrece oportunidades para formarse en un ambiente de trabajo que ellos eligen libremente. Se trata de un ambiente creativo y muy atractivo, que busca desarrollar sus potencialidades”.

En relación al control del error en el aprendizaje, aseguró “los materiales usados le permiten al niños darse cuenta de los propios errores sin que el adulto le diga si las cosas están bien o no. Así, el error se ve como parte de ese aprendizaje, y no una frustración”.

Aulas Integrales

En el método Montessori los chicos aprenden en aulas integrales que se dividen en grupos según la edad: desde los 3 a los 6 años, de los 7 a los 9 años, y de 10 a 12 años. La premisa fundamental se basa en la idea de que los chicos pequeños imitan a los mayores y aprenden de ellos, y los mayores se sienten responsables de eso que los más pequeños aprenden. “Se genera un ambiente de ayuda y cooperación en el aula muy importante, que se aplica en la vida diaria”, explicó Marina.

Educar para la paz

¿Qué valores se priorizan en el Método Montessori? “Se educa a los chicos respetuosamente, tomando al niño como una persona, y no como un proyecto de adulto, cada niño es distinto, tiene su carácter, no se puede homogenizar. Tratamos de formar niños íntegros, trabajando la solidez interior, y para que al momento de tomar una decisión, cada niño piense si esa decisión lo convierte en una mejor persona”, sostuvo Marina.

El rol adulto

Según lo manifiesta la Fundación Argentina María Montessori, “la maestra Montessori, llamada guía, observa a cada niño, sus necesidades, capacidades e intereses y le ofrece oportunidades de trabajo inteligente, con un propósito concreto al servicio del cuidado de sí mismo y de la pequeña comunidad que es el aula. El objetivo final de la guía es intervenir cada vez menos a medida que el niño se desarrolla. La guía le permite actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior. La guía Montessori no imparte ni premios ni castigos, la satisfacción es interna y surge del trabajo personal del niño”.

En este momento, Marina y Gisela se encuentran tramitando toda la documentación para la habilitación legal del establecimiento educativo. Próximamente se informará sobre las inscripciones en la Fan Page del Proyecto Aldea Infantil Montessori.

 

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