Sala de Títeres Caracol, ubicada en Córdoba capital, abrió sus puertas en 2019, en barrio Bajo Palermo (Manuel Quintana 1464) .
Titiritero de oficio él, Jorge Alberto Díaz y gestora cultural ella, Cristina Orduz, son los dueños y programadores de la hermosa sala que todos los fines de semana del año deleita con sus funciones de títeres, y que este verano, dará inicio al Primer Festival de Títeres de Verano.
La historia del Alberto y Cristina, es singular. Ambos son oriundos de Colombia y eligieron Córdoba para desarrollar su arte y sus vidas.
“Hace 35 años comencé a hacer títeres en Colombia, con un maestro al que llamamos un Tío Conejo. Posteriormente fundé la Compañía de títeres Tío Alberto, que ya lleva 33 años de vida”, contó Alberto en conversación con Qué hacemos ma?!
El artista vive en Argentina hace 25 años. “Después de haber realizado una gira por Latinoamérica, decidí quedarme aquí. También viví muchos años en Ushuaia, Paraná y en Mendoza. Luego, me quedé aquí en Córdoba, ciudad que ya conocía. Debido a su gran movimiento artístico es que decidí instalarme a trabajar desde hace ya 10 años”.
En cuanto a Cristina, comentó: “Vine a Córdoba por primera vez desde Colombia hace 7 años. Jorge, mi socio en la Sala Caracol y mi compañero de vida actualmente, era para el año 2008 un viejo amigo con quien yo me había conocido en Bogotá años atrás y del que había dejado de tener noticia hacía como 16 años. Cuenta él que un día en ese 2008 se acordó de mí y decidió buscarme para saber qué había sido de mi vida”.
Luego, la mujer recordó: “Cuando empezamos a hablar en un primer reencuentro telefónico él me dijo que llevaba muchísimo tiempo viviendo en Argentina, y que se sentía muy bien. En medio de muchas conversaciones a la distancia, de preguntas y respuestas y de sus recuerdos, anécdotas e historias sugestivas, empecé a conocer acerca de Córdoba y de Argentina y más ampliamente y en especial, acerca del mundo de los títeres, la pasión de Alberto”.
Destino Córdoba
Fue así como en marzo del 2013, Cristina llega por primera vez a Córdoba y hace su primer acercamiento al proyecto de Alberto, a partir de lo que inicialmente era una Sala Itinerante de Títeres.
“Poco a poco me fui adentrando en este mundo de la risa, la alegría, la picardia, los sueños: al arte de los títeres. En el 2015 nos hicimos socios y aportamos cada uno desde nuestros saberes y posibilidades. Los recursos hicieron posible construir esa primera Sala Itinerante cuyo funcionamiento a pleno, sucedió en el transcurso del 2018”, relató Cristina.
El nacimiento de Sala Caracol
Después de un tiempo, por cuestiones operativas y requerimientos oficiales, buscaron junto a Alberto un nuevo espacio y lograron acondicionar y poner en funcionamiento “Caracol” Sala de Títeres, que se inauguró el 22 de agosto del 2019.
La sala es un un completo y ameno lugar que cuenta con un amplio escenario con capacidad para 144 personas y con recursos técnicos propicios para funciones de títeres, pero también para presentaciones de otras expresiones artísticas.
“La actual sala es un teatro que tiene lo último en tecnología que cumple con todas las norma de seguridad para los espectadores. Hemos tenido muy buena respuesta del público desde el inicio. Aquí proyectamos todo tipo de espectáculos de teatro y musicales”, afirmó Alberto.
Un gran esfuerzo compartido
“El establecimiento de la sala implicó todo un trabajo de elaboración de diseños, de consecución de personas con experiencia en la construcción, de adquisición de materiales, de buscar lo mejor dentro de lo que se podía; y así, paso a paso logramos todo”, relató Cristina.
Respecto a la dedicación y al compromiso con su tarea, la gestora cultural explica: “Tratamos de atender todos y cada uno de los detalles para hacer una sala completa, estéticamente bien lograda, armoniosa, y justa. Estamos muy atentos a su adecuado funcionamiento y día a día implementamos los mecanismos para que la gente la conozca, y también para diversificar las propuestas artísticas, hacer talleres y ofrecer al público asistente y a la comunidad cercana al teatro, una pequeña biblioteca de literatura infantil, juvenil, y de la temática de los títeres”.
Tanto Cristina como Alberto, tienen en claro que quieren constituirse como un Centro cultural independiente, que ya está echando raíces en la ciudad de Córdoba.
“El objetivo preciso es que más elencos de Córdoba y otros lugares tengan su espacio artístico en nuestra sala. El espacio está abierto para ellos. Otro aspecto importante es el dictado de tallares y cursos de diferente índole artística, por lo cual ya estamos reformando una parte del espacio físico del lugar para lograrlo. Por último, armaremos una biblioteca infanto juvenil donde tendremos material a disposición de los chicos y chicas que asistan a la sala, docentes, público, etc”.
Un sueño hecho realidad
“Nunca fui, ni me he propuesto hasta el momento ser titiritera, sin embargo, puedo decir con certeza que una de las motivaciones para decir que yo también le aposté al proyecto de construir y sacar adelante una Sala de Títeres, es porque su existencia significa para mí -de manera importante y entre otras cosas- el disfrute de ver y oír historias mágicamente reales representadas por entrañables personajes a quienes siempre les va a venir de maravilla tener un espacio para dejarse ver y así entrar en relación con niñas, niños y grandes. El esfuerzo realmente valió la pena”, admitió Cristina con orgullo.
El Primer Festival de Títeres de Verano se realizará desde el 22 de enero hasta el 16 de febrero, con funciones de miércoles a domingo con funciones a las 20,30 hs, y entradas a $200. La programación podrá consultarse en la fan page: https://www.facebook.com/salatiterescaraco
