Hola Payamigos de Qué Hacemos ma?!
Este es el mes del niño y desde muchos lugares de la ciudad de Córdoba llegan a nosotros invitaciones llena de deseos y alegría para compartir. Desde la ONG, los payamédicos estamos dispuestos a desplegar toda la fantasía en escuelas, comedores, vacunatorios, entre otros escenarios disponibles para la producción colectiva, la producción de la magia.
Citando a un gran conocedor del lenguaje del clown, Jesús Jara, desde su libro: “Técnicas teatrales del Clown” afirmamos que “muchas veces se dice que el payaso es como un niño”. Y esto es un tanto real en sus características, en su comportamiento, en su forma de razonar, su manera de afrontar problemas, la curiosidad, la ingenuidad, la mirada clara, la sinceridad, la espontaneidad, siendo pautas comunes en el comportamiento del niño y el payaso. El deseo de tener, de jugar, de observar y experimentar, aprender, la capacidad de reacción ante la caída y el fracaso, la frustración, la entrega total ante lo que reclama su atención, la eterna indecisión ante dos fuentes de atracción: el real y el imaginario, sobre todo. Pero el payaso no es un niño, y tampoco “nuestro niño interior”. A decir verdad, diríamos que el payaso es, más bien, un adulto que actúa siempre como lo hacen los adultos cuando no son observados, cuando no están expuestos al juicio de los demás. Es decir, “cuando se ven como niños sabios”.
Los Payamédicos celebramos los encuentros con niños, donde el momento se expresa en su estado puro de payaso a payaso. Celebramos los encuentros con los adultos devenidos en niños, sin juicio a sus actos, de payaso a payaso. Celebramos el momento de juego, de creación, los estados resilientes, catárticos.
Nos gusta jugar y ver la transformación imperceptible, mágica, de estados puros, el devenir niños. Esperamos que puedan sentirse todos los días como niños.
Con amor y con la mirada de un niño, se puede lograr un mundo mejor. No lo olviden.
