¿Quién es el joven hombre de la foto? Te lo presentamos por si todavía no tomaste contacto con sus obras.
Nicolás Schuff es un escritor que vive en Buenos Aires, especializado en literatura infantil. Entre sus libros escritos, se encuentran “El asombroso cuadro del Señor Shin”, “El elefante y el paraguas”, “Viaje a la luna”, “Papir Pipón, inventor de golosinas”, “Ana y el plan pegajoso“ (éste último en coautoría con Damian Fraticelli), todos títulos de Editorial Uranito. Pero Nicolás no sólo publicó cuentos, sino poemas y versiones clásicas de la literatura en diversas editoriales argentinas. Además, trabajó como dramaturgo, periodista y corrector.
Aquí, nos responde algunas preguntas que le hicimos para que sus lectores puedan conocerlo un poco más, o para que aquellos que no lo conocen, puedan interesarse en su perfil y trabajo. ¿Vos, ya leíste algo de Nicolás? Esperamos tu comentario.
-¿Cómo y cuándo descubriste tu vocación por la escritura?
-Empecé a escribir en la adolescencia, cuando tomé conciencia del lenguaje y entendí que, en muchos sentidos, la realidad no es una cosa “dada” sino una construcción sostenida en y por el lenguaje.
-¿Cómo se llamó tu primer libro? ¿cómo y cuándo lo publicaste?
-Mi primer libro publicado no es “mío”: se llama “Historias de la Guerra de Troya”, y es una versión para chicos de la Ilíada y la Odisea.
-¿Siempre quisiste escribir para chicos? ¿cómo fue que tomaste la decisión?
-Nunca pensé en escribir para chicos. Empecé por invitación de un amigo, preparando adaptaciones y versiones de clásicos, mitos, leyendas. Me di cuenta de que me divertía, me gustaba y me daba una libertad inesperada al momento de escribir.
-¿Qué libro o historia es la que disfrutaste más escribir y por qué?
-Lo que disfruto y valoro por encima de todo es algo que no tiene nada que ver con la escritura como oficio o trabajo, y que se acerca más a la poesía: cuando escribo algo que no termino de entender muy bien de dónde salió ni qué significa, pero aun así siento que tiene un vínculo con un aspecto verdadero y vivo de mi persona. Me pasa poco. Un ejemplo es El pájaro bigote (AH editora). El poeta Manuel Alemián dice esto: “Pienso, pienso, pienso, y de repente escribo algo que no había pensado”.
-¿Alguien lee tus historias antes de enviarlas a una editorial para su publicación? ¿quién y por qué?
-Depende de los libros. Cuando pido una lectura previa, mis lectores son mi amigo Damián, mi hermano Pablo y mi pareja, Malena. A veces también otro amigo, Guillermo. Pablo y Damián son guionistas y tienen una mirada distinta sobre los textos, que a mí me viene muy bien, sobre todo en cuanto a estructura narrativa, personajes y demás. Malena es Licenciada en Letras, y una gran lectora de poesía. Guillermo escribe y vive en el extranjero, en otra lengua, así que “escucha” el castellano con una distancia que me interesa. Igual últimamente los molesto poco, porque escribo cosas cada vez más cortas…
-¿Qué te inspira a la hora de escribir?
Las palabras. Las imágenes (dibujo, pintura, fotografía). Escribo a partir del lenguaje o de alguna imagen que, por algún motivo, me “llama”. Casi nunca porque se me “ocurra” una historia. Trato de mantenerme “disponible”, atento, con “mente de principiante”. Ya que hablamos de infancia, cito al entrerriano Juan L. Ortiz, refiriéndose a la poesía: “Es la realización del estado de infancia que debe permanecer a través de todas las edades del hombre. Y llamo estado de infancia a esa frescura, sensibilidad, disponibilidad, a esa apertura hacia todo lo que aparece; hacia todo lo que parece viejo y es nuevo”.
-¿Qué consejos les darías a los chicos que les gusta escribir? ¿Y a aquellos que sueñan con ser escritores?
A los chicos les diría que lean, que jueguen. A los que sueñan con ser escritores, mejor no les digo nada hasta que se despierten ¡Pero mejor no prestar atención a los consejos de otros escritores!
-¿Qué autores leés? ¿Qué tipo de lectura disfrutás más a nivel personal?
-Leo cosas muy diversas. Narrativa, poesía, ensayo, últimamente cómics. Lo que disfruto cambia por épocas. Ahora estoy leyendo una novela hermosa (para adultos) que se llama “Stoner”, de John Williams. Para chicos, acabo de releer “Quiere a ese perro”, de Sharon Creech, un librito que estuvo mucho tiempo agotado y que hace poco se lo podía conseguir en la Feria del Libro. No se lo pierdan.
