Los juegos de verano son una excelente manera de mantener a los niños y niñas activos, divertidos y socializando con otros. En este tiempo, es fundamental que juguemos juntos, sin la mediación de pantallas, para fomentar la creatividad y las relaciones interpersonales.
Al jugar al aire libre, también podemos disfrutar de la naturaleza, explorando el entorno y aprendiendo sobre el mundo que nos rodea. Aquí te proponemos algunos juegos que no suelen fallar:
- Rayuela: Un clásico juego de patio que fomenta la coordinación, el equilibrio y la concentración. Podemos jugar en cualquier superficie plana con un trozo de tiza y un objeto aplanado para lanzar.
- La gallina y sus pollitos: Un juego emocionante que promueve la coordinación motora y el trabajo en equipo. Formamos una fila de jugadores y uno de nosotros hace de lobo, tratando de atrapar al último pollito.
- Pelota prisionera o quemado: Divertidísimo, favorece la puntería, los reflejos y la agilidad. Nos dividimos en dos equipos y el objetivo es eliminar a los jugadores del equipo contrario lanzándoles la pelota.
- La gallinita ciega: Un juego clásico que mejora la percepción del espacio y la atención. Un jugador se vuelve «gallinita ciega», se venda sus ojos con un pañuelo, y debe atrapar a otro jugador para reconocer quién es.

- Búsqueda del tesoro en la naturaleza: Este juego nos invita a explorar el entorno natural. Podemos formar equipos y buscar objetos como hojas, piedras o flores, creando una lista de tesoros que debemos encontrar.
- Policías y ladrones: Un emocionante juego de estrategia donde dos equipos compiten. Los policías deben atrapar a los ladrones y llevarlos a la cárcel, promoviendo el trabajo en equipo.
- Atrapa la cola: Este entretenido juego mejora la agilidad y la coordinación. Cada jugador lleva un pañuelo atado a la espalda y debe intentar quitar el pañuelo de otro sin perder el suyo.
- El juego de las sillas: Un clásico que agudiza la atención y la velocidad. Los jugadores deben sentarse en una silla cuando la música se detiene, lo que genera risas y emoción.
- Saltar a la cuerda: Incentiva la coordinación y el sentido del ritmo. Puede jugarse individualmente o en grupo, saltando al compás de una canción.
- La carrera de sacos: Otro juego emocionante que promueve la agilidad y la resistencia. Los participantes deben correr dentro de un saco, ¡sin caerse!
Estas actividades lúdicas no solo son entretenidas, sino que también ayudan a desarrollar habilidades importantes en los niños. ¡A disfrutar del verano y de la diversión al aire libre!